martes, 14 de mayo de 2024

AGUA EN BUENOS AIRES, EL RIESGO DE QUEDAR SUMERGIDOS

 AGUA EN BUENOS AIRES

Las razones por las que estos distritos del AMBA tienen serios riesgos de quedar sumergidos

Texto de Matías Avramow - 14 de mayo de 2024- La Nación

foto AML

Foto: inundación en Brasil


La ciudad de Buenos Aires podría quedar bajo el agua. Al menos parte de ella, incluídas también zonas densamente pobladas del conurbano. Un estudio reciente publicado por la revista Nature Climate Change colocó a la capital porteña como una de las que más riesgo corre en la región de sufrir este destino. Como este, son varios los reportes científicos que pronostican un riesgo de que esta capital se inunde parcial o permanentemente. Y la mayoría de las causas están vinculadas al calentamiento global.

Muchas proyecciones vaticinan este tipo de tragedias para varias décadas adelante, sin embargo, podrían llegar antes de lo que se creía. Y es que fuentes tanto científicas como del gobierno de la Ciudad reconocen que las consecuencias del cambio climático que se habían pensado para un futuro un poco más lejano, están ocurriendo ahora. Esto no quiere decir que Buenos Aires se convertirá pronto en la nueva Venecia, pero los últimos eventos meteorológicos que ocurrieron en diferentes partes del mundo pusieron una pizca de duda en los modelos existentes y prendieron alertas sobre todas las ciudades costeras.

foto AML
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Solo la ciudad de Porto Alegre recibió 258,6 milímetros de precipitaciones en tres días

Con la crecida de más de cinco metros que afectó al menos a 1,4 millones de habitantes de Rio Grande do Sul en los últimos días, las graves tormentas que golpearon a Dubai hace menos de un mes, o las más recientes inundaciones en Concordia, Entre Ríos, por la crecida del Río Uruguay, no es descabellado preguntarse si lo mismo podría pasar la capital argentina, Después de todo, esta ciudad tiene una larga trayectoria de inundaciones y todavía las sufre. Incluso, el gobierno porteño reconoce en su Plan de Acción Climática 2050 (PAC) que es “el principal riesgo de origen natural”. Tan solo habría que mirar hacia atrás un par de meses para recordar las inundaciones del 12 de marzo. Estas, según Inés Camilloni, una de las meteorólogas más reconocidas del país, podrían ser mucho más graves en el futuro. Camilloni es investigadora del Conicet, profesora de la UBA y vicepresidenta del grupo I del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Ipcc). Explica que el cambio climático ha acelerado varios de los fenómenos que pueden provocar inundaciones, aunque no es el único factor que las potencia. Ella identifica como causas directas al aumento de lluvias fuertes y del nivel del Río de La Plata. Estos cambios están estrechamente vinculados a la crisis climática. Y sumado a fenómenos como las sudestadas y El Niño, podrían concatenarse en un cocktail desastroso. Si bien se han hecho varias obras de infraestructura hidráulica y otras medidas para reducir este riesgo en esta ciudad, tanto para Camilloni como para otras científicas consultadas por LA NACION, esto podría no ser suficiente en un futuro cercano. Y en el conurbano la situación sería aún más grave, pues en comparación con la capital porteña, hay múltiples zonas que hoy en día no tienen casi ninguna medida de alivio para desastres del estilo.

Probabilidad de inundaciones a causa de la subida del nivel del mar
Escenarios simulados

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Hay dos hechos que son consenso para la mayoría de los científicos y gobiernos del mundo. Primero, que la temperatura global está aumentando, y segundo que esto corresponde al aumento de la concentración de dióxido de carbono (Co2) y de otros gases de efecto invernadero. Según la NASA, hoy tenemos 425 partes por millón de Co2 en el aire, y la temperatura aumentó 1,5° C con respecto a la época previa a la industrialización. Esta comparación es clave, pues los científicos atribuyen este aumento de concentración de gases a la actividad humana, especialmente la de los últimos 150 años. Y aunque 1,5° C parezca poco, este cambio no se había registrado de forma tan veloz, al menos en los últimos 2000 años y representa modificaciones en los climas de todo el mundo. Además, según expertos, la tendencia de la temperatura sigue en aumento. El último reporte del Grupo I del Ipcc, que congrega a cientos de científicos de todo el mundo, se basa en esto para modelar cinco escenarios distintos. Rutas que el planeta podría recorrer dependiendo de las decisiones que el ser humano tome; todo gira en torno a si aumentamos o reducimos nuestras emisiones. Hay dos escenarios optimistas, uno intermedio y dos pesimistas. “Y el mundo está siguiendo una trayectoria de emisiones de gases de efecto invernadero altas [o sea un escenario pesimista]. Si bien algunos países están bajándolas, en términos generales siguen creciendo y mucho”, describe Camilloni. El reporte indica qué podría pasar en diferentes zonas del planeta dependiendo de cuánto aumente la temperatura. En el caso de la cuenca de La Plata- que comprende el sureste brasileño, parte de Uruguay, Paraguay y la mesopotamia argentina- hay una alta probabilidad de que aparezcan tormentas con más frecuencia, y que en cada episodio caiga más agua de manera más violenta. Sobre estos factores globales, la meteoróloga explica que hay otra razón que vuelve aún más vulnerable a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano cuando se habla de lluvias intensas. Sonará extraño, pero tiene que ver con las islas urbanas de calor. Estas zonas de la ciudad que acumulan altas temperaturas provocan que la humedad suba, que formen nubes y que puedan combinarse con las tormentas ya cargadas de más agua de lo normal. “Por esto, en las ciudades hay aún más lluvia que en zonas semiurbanas o rurales. En el centro de la ciudad de Buenos Aires, la lluvia aumenta 3,2% cada década, mientras que en Ezeiza crece un 0,9%”, asegura Camilloni.

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Buenos Aires tiene una larga historia de inundaciones

Existe un mapa de la organización Climate Central que muestra qué partes de la ciudad de Buenos Aires quedarían inundadas con un aumento del nivel del mar en distintos escenarios. Si la temperatura global subiera cuatro grados con respecto a la época preindustrial, desaparecería el Barrio Chino, una parte de Palermo y toda la Boca, eso sin nombrar a las partes del norte y del sur del conurbano que quedarían sumergidas bajo el agua. Estos escenarios están basados en cálculos, pero su método es muy aceptado por la comunidad científica. Aunque este futuro se espera para más de 50 años en el futuro, no es claro con cuánta velocidad aumentaría la temperatura global en las próximas décadas. Con el aceleramiento del cambio climático y del calentamiento de los océanos, este fenómeno podría avanzar más rápido de lo pronosticado. Así lo explicaron distintos científicos a LA NACION. “Además, es uno de los fenómenos irreversibles del cambio climático. Aún bajando nuestras emisiones, los océanos van a seguir subiendo”, revela Camilloni. Y por una razón física, si el nivel del mar sube, el del río de La Plata también. Según información del gobierno de la Ciudad, durante el siglo pasado el río subió 17 centímetros. “Y se prevé un aumento de entre medio y un metro en el Río de La Plata para 2050”, añade. Son varios los factores que influyen en el incremento del nivel del río. Algunos determinarían una crecida puntual y otras trazarían un aumento sin retorno. Si bien el océano puede empujar lentamente esta crecida irreversible, más frecuencia en las lluvias intensas podría nutrir a todos los afluentes que rodean a la ciudad. Esto significa que no solo hay que pensar en las lluvias que caigan en la ciudad. También debemos poner atención a las tormentas que ocurren en sitios quizás distantes, pero que nos conectan a través de los ríos. Y a eso se suma otro fenómeno que resalta Camilloni: una serie de vientos constantes que con cada vez más frecuencia soplan desde el este y empujan el agua hacia la costa. “Además tenemos a las sudestadas, otro evento puntual en el que observamos más frecuencia”, cuenta Camilloni. Según un reporte científico hecho para la elaboración del PAC se registró un aumento en la frecuencia de sudestadas entre los periodos de 1943 a 1952 y 2004 a 2013. En combinación, las inundaciones costeras se convertirán en un riesgo cada vez más apabullante.

Número de eventos de sudestadas en la Ciudad de Buenos Aires

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Con toda la información antes vertida, sería lógico pensar que lo que sucedió en Rio Grande do Sul es un espejo de lo que, eventualmente, cuando las tormentas se combinen, sucederá en Buenos Aires. Pero para el gobierno de la Ciudad no es un destino certero. Si bien en el PAC identifican al sur y centro de la ciudad como las zonas con más riesgo de inundación, aseguran en diálogo con LA NACION que “más del 80% de la capital está preparada para lluvias fuertes y para aliviar rápidamente el agua”. Y es que desde los 90 para acá, diferentes gestiones diseñaron y concretaron gran parte del Plan Hidráulico, que propuso una serie de obras para encauzar el agua acumulada hacia el Río de La Plata. Uno de los más conocidos fueron las obras de alivio del arroyo Maldonado, que antes corría sobre la avenida Juan B. Justo. Como esta, la Ciudad cuenta con obras de infraestructura gris para siete cuencas hidrográficas, que buscan redireccionar el agua que podría acumularse. “¿Recordás las inundaciones que había en Palermo antes de la obra del Maldonado? Bueno, las lluvias de ese momento son tres veces menores a las de diciembre pasado. Con las obras que hay ahora logramos que en más o menos una hora se evacuara casi toda el agua”, explican desde el Ministerio de Infraestructura de la Ciudad. Para la investigadora y especialista en ecología urbana, cambio climático y gestión de recursos hídricos, Ana Carolina Herrero, la infraestructura gris no es suficiente. “Yo creo que ninguna ciudad está preparada para tanta cantidad de precipitación en ese tiempo, porque se han hecho con cálculos y con información de lluvias de décadas anteriores”, argumenta.

foto AML
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En el conurbano, la carencia de obras y las condiciones geográficas hacen que sea más riesgoso el aumento de lluvias y el crecimiento del nivel del agua

Por un momento volvamos a las inundaciones de marzo pasado. Según información del Servicio Meteorológico Nacional, en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano se acumularon de 200 a 400 milímetros de lluvia entre el 7 y el 20 de aquel mes. En el caso de las tormentas en Brasil, solo la ciudad de Porto Alegre recibió 258,6 milímetros de precipitaciones en tres días. Quizás no con la urgencia de una tormenta así, Herrera ha dado distintas asesorías a diferentes administraciones del gobierno de la Ciudad junto con Inés Camilloni. Y resalta la importancia de desarrollar lo que llama infraestructura “verde y azul” para que acompañe a todos estos sistemas hidráulicos. Esto significa la construcción de áreas verdes y de lagunas artificiales que ayuden a redistribuir el agua que podría acumularse en una calle. Para ella, este método podría ser menos costoso y tan efectivo como ampliar las obras hidráulicas ante un incremento en la lluvia. Hay que entender que, por el concreto, las ciudades son especialmente impermeables. Y el agua siempre se va a acumular en hundimientos. Sea una calle, un parque, o una casa, el agua siempre va a correr. Lo que plantea este tipo de infraestructura complementaria son sitios donde el agua pueda infiltrase y retenerse temporalmente. Como si pusiéramos esponjas y piletas en distintas partes de la ciudad que absorban una parte de la lluvia.

Comparación del aumento de las precipitaciones
Entre 2010 y 2020

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En administraciones pasadas, este tipo de iniciativas se concretaron en forma de calles verdes y ampliación de algunas áreas verdes tanto en la ciudad como en la costa. Según explican desde el Ministerio de Espacios Públicos e Higiene, se piensa en obras que tengan capacidad de infiltración, además de plantar nuevos árboles, algo que llaman soluciones basadas en la naturaleza. “Sabemos que un tema a resolver es el de ampliar la cantidad de áreas verdes, sin embargo ya hay varias obras en marcha y pretendemos ampliar la cantidad de calles en este formato”, informan desde el Ministerio a LA NACION. Por lo pronto, el Ministerio de Ambiente de la Ciudad lista también la creación de Sistemas Urbanos de Drenaje, Áreas de Retención Temporal de Excedentes Hídricos y una red de áreas naturales y seminaturales para antes del 2050. También explican a LA NACION que pertenecen a un organismo internacional llamado C40, que congrega a 40 ciudades del mundo que buscan transicionar hacia un modelo sustentable y resiliente a eventos extremos. En conjunto con estas obras, el gobierno también contempla un sistema de alerta temprana de tormentas que funciona en el Centro Único de Coordinación y Control en Chacarita, y diferentes capacitaciones para vecinos. Esto no asegura que no habrá catástrofes si la magnitud de las tormentas crece, pero sí hay mayor capacidad de respuesta. Si bien, las tormentas extremas son difíciles y aún hay varias medidas por hacer, Herrero opina que la Ciudad está mucho más preparada que el conurbano bonaerense, al otro lado de la General Paz.

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La crecida del río Uruguay generó inundaciones y evacuados en Concordia

“La Matanza, Merlo, Moreno, Malvinas, Tigre, Almirante Brown, Florencio Varela…”, recuenta Herrero repasando un estudio que hizo junto con sus colegas, Claudia Natenzon y Mariela Miño, sobre la vulnerabilidad social, amenaza y riesgos que vive la población de la ciudad y el conurbano en Buenos Aires. Aquí contemplan tanto inundaciones como tormentas y olas de calor. Solo la General Paz divide a estos municipios de la Ciudad. Sin embargo, las consecuencias de una tormenta son completamente dispares. Herrero resalta la falta de capacidades que tienen estos sitios para reaccionar a un fenómeno extremo, tanto por infraestructura, como por gestión e incluso educación. Según los datos del estudio, la población con más riesgo de inundación se encuentra en los municipios de Malvinas Argentinas, Esteban Echeverría, Merlo, Lomas de Zamora y Morón. En estos cinco municipios, más de la mitad de sus habitantes corre riesgo de sufrir inundaciones. “Obviamente el conurbano está más expuesto, sobre todo porque el riesgo, es la intersección entre la amenaza natural y la vulnerabilidad social”, explica Herrero. Este problema empezó a la par del desarrollo en el conurbano. Como explicó hace unos meses a LA NACION Gustavo Villa Uria, ex subsecretario de Obras Hidráulicas de la Nación, “el conurbano es una región de muy baja pendiente, el agua se mueve lentamente y necesita grandes obras de infraestructura para drenar. Como sociedad hemos impuesto una ciudad de millones de habitantes en una zona de pantanos y humedales con cambios que modificaron la geografía del lugar”. Si a esto se suman los riesgos crecientes que representa el cambio climático, el futuro es alarmante.

viernes, 10 de febrero de 2023

COSTA BONAERENSE Y EL MAR ARGENTINO FUERON SENTENCIADOS A MUERTE

 Hoy la Costa Bonaerense y el Mar Argentino fueron sentenciados a muerte por la Cámara Federal de Mar del Plata, arbitrariamente en contra de todos los derechos ambientales ganados y reconocidos en Tratados Internacionales, se autorizó a que se dé comienzo a las exploraciones sísmicas a 300KM de los hogares de los costeros y ante la vista de los turistas.

Los animales marinos sufrirán las consecuencias de las decisiones del Ministro Juan Cabandie, La Justicia Federal y el Gobierno Argentino, las exploraciones sísmicas se realizarán cada 10 segundos, constantemente, todos los días.


 El sonido se compara al ruido que genera el despegue de un trasbordador espacial.


En la oscuridad del mar, los animales se guían a través del oído,  el bombardeo los deja prácticamente discapacitados y provoca impactos graves e irreversibles en su comportamiento, alimentación, en sus cuerpos y en sus vidas.


Lamentamos profundamente como seres humanos lo que somos capaces de hacerles a los demás seres que coexisten con nosotros. 


El Mar Argentino dejará de ser un lugar seguro para los animales y con esto las instituciones zoológicas y acuarios tomarán este hecho para reforzar aún mas su discurso de conservación y "bien-estar animal" para lucrar con la vida de los animales en exhibición.


No nos quedaremos de brazos cruzados . El mar no se vende!!!!


Difundí, mostrá, activá, involucrate. 

Con el mar NO!!!! 


Gracias @dalilalewis

@activistasanimalistas

@ecosdmar

@marlibredepetroleras

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martes, 17 de enero de 2023

PROYECTAN NUEVO ESPACIO VERDE ABIERTO AL PÚBLICO EN RESERVA NATURAL URBANA

LLEVA MUCHAS DÉCADAS Y PROYECTOS TRATAR DE SALVAR AL CONTAMINADO RÍO RECONQUISTA, llegándose a variados resultados. Las conciencias van cambiando y la importancia por cuidar el único planeta que tenemos va haciéndonos recapacitar lastimosamente viendo las consecuencias de la desidia y el descontrol. Es tan grave el problema para nuestra salud como importante este primer párrafo para hacernos reflexionar sobre la acción desde el lugar que estemos.

EL PROYECTO FORMAL DE CREAR UN NUEVO ESPACIO VERDE ABIERTO AL PÚBLICO en la Reserva Natural a la ver del Río Reconquista mientras recorre Ituzaingó lleva varios años. Pero aparentemente ahora sí está más cercana la creación de la Reserva Natural Urbana junto al Río Reconquista gracias a un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo para el Comité de la Cuenca del Río Reconquista (COMIREC).

LE PREGUNTAMOS A LA DIRECTORA DE POLÍTICAS AMBIENTALES DÉBORA GUERRA y  esto nos contestó: ”para mi es una alegría, que se pueda concretar la puesta en valor de la Reserva, porque en este proyecto se ha trabajado con la comunidad, desde hace mas de 10 años, a través del Consejo Consultivo Local del Rio Reconquista, un espacio de participación Ciudadana, en el que Ituzaingó ha sido pionero (puesto que fue el primero de los 18 municipios en conformarlo), y ahí no solo participan vecinos, sino tambien ONGs, como COEPSA e instituciones de renombre como el  INTA.”

 “La zona va a estar sectorizada, para diversos usos, pero en  principio tiene fines educativos. Va a tener un centro de visitantes como espacio de interpretación ambiental, un espacio con áreas de descanso con servicios para almuerzo y sanitarios, pero va a tener una área solamente reservada para investigaciones y estudio”

 

 

“Ojala que nunca te falte el aire para respirar, fuego para calentarte, agua para beber y tierra para vivir en ella”. (Rezo de ceremonia indígena)


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sábado, 1 de octubre de 2022

A 10 AÑOS DEL TORNADO

 A 10 AÑOS DEL TORNADO  QUE AZOTÓ ITUZAINGÓ

A 10 años del tornado que azotó Ituzaingó el 4 de abril de 2012, se nos presentan recuerdos, miedos, incógnitas y la convicción de involucrarse en cuanto a los cambios obvios que estamos provocando al medio ambiente.

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Desde aquel día, con cada lluvia, tormenta o fuertes vientos se nos eriza la piel del miedo. Y no es para menos porque aquella noche murieron 27 personas en esta tormenta que afectó la zona metropolitana y según las observaciones de los radares meteorológicos y los informes preliminares del Servicio Meteorológico Nacional, el fenómeno se trató de una ”línea de tormentas severas en forma de arco en donde se formaron 4 tornados,​ dos F1 y dos F2 catalogados en la Escala Fujita.

Un tornad



o se forma cuando se dan ciertas condiciones meteorológicas, entre ellas la presencia, en una pequeña zona, de capas de aire con diferentes temperaturas.

El calentamiento global refiere a la temperatura de la superficie de la Tierra, mientras que el cambio climático incluye el calentamiento y los "efectos secundarios" de este calentamiento—como son los glaciares que se derriten, tormentas de lluvia más severas o las sequías.

El calentamiento global aumenta por la emanación de gases, mayormente por las fábricas, vehículos a combustible, generadores eléctricos, entre otros, no da lugar a dudas. El ser humano está teniendo un accionar mortífero hacia su casa, su único planeta. La causa del problema escapa a este municipio pero reclama esfuerzos de todos los países del mundo, incluido a este municipio. Las consecuencias las vivimos cada habitante del Orbe.

Este desastre a la naturaleza es en pos del lucro de un puñado de empresas locales y extranjeras en todo el mundo, que hacen lobby en las convenciones de ecología mundial para que no frenen sus negocios millonarios. Quienes no se corrompen actúan desde sus cargos con incapacidad o mirando para el otro lado con cobardía, sabiendo (y lo saben mejor que nosotros) que este planeta no aguanta una generación más si no se actúa ya.

Las miles de personas heridas, que perdieron sus casas o sus techos o las pérdidas económicas millonarias valuadas en 275,5 millones de pesos en aquella época deberían ser suficientes para que las políticas sitúen como prioridad al ambiente y no a la economía. La concepción económica del crecimiento, la acumulación, la competencia, el descarte, ES CONTRARIA A LA VIDA.

Ya es absurdo el menospreciar esta concepción ambientalista como ingenua cuando vemos que toda nuestra vida depende del único planeta que tenemos, desde la comida hasta el transporte, hasta el agua que bebemos y las baterías que recargamos. Todo es desde nuestro planeta. ¡ES INGENUO CREEER EN EL CRECIMIENTO INFINITO DESDE UN PLANETA FINITO!

La crisis climática está afectando los tornados en cuanto a su mayor nivel de devastación, a su extensión y en cuanto a la multiplicación en zonas donde históricamente no se producían.

Por la intensidad, nivel de destrucción y particularidad del fenómeno del 4 de abril de 2012, se trató de la tormenta más destructiva en extensión que afectó al Área Metropolitana de Buenos AiresLa Plata en su historia.

   Tras 26 convenciones mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras acciones, se sueña con alguna vez concluir un acuerdo mundial y cumplirlo antes que sea demasiado tarde. La única acción real será desde nuestros hogares.

José Vergara , Revista Redes.

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lunes, 8 de agosto de 2022

DIA DEL SOBREGIRO, 28 DE JULIO DEL 2022




 Alerta Climática Sobregiro Ecológico

27/07/2022 E¿Cuándo es el Día del Sobregiro Ecológico de la Tierra 2022?

Esta fecha marca el punto en que la demanda de los seres 

humanos por los elementos de la naturaleza sobrepasa lo que el planeta es capaz de regenerar en el año. Hoy, necesitaríamos 1,8 Tierras para vivir en cierta armonía con la biodiversidad.

Por Alejandro Sepúlveda Jara

Enlace copiado¿Qué pensarías si te avisaran que a partir de este 28 de julio no recibirás ni un peso más en lo que resta de 2022? ¿Qué harías si tu alacena, bolsillos y cuenta bancaria quedarán vacías desde esta fecha? ¿Qué pasaría si debieras sobregirarte sin respaldo para subsistir hasta diciembre? Es lo que muchas personas hacen para sobrevivir hoy en día, podrías responder. Pero, no he terminado. ¿Qué pasa si esta situación se repite todos los años de manera consecutiva durante las últimas 5 décadas y, cada vez, el presupuesto anual se te agota antes? La situación se hace insostenible, ¿no lo crees?

Entonces, la situación es insostenible. ¿Por qué? Porque este jueves 28 de julio, a los seres humanos se nos habrá agotado el presupuesto natural que nos debía durar hasta el 31 de diciembre de 2022 para vivir en una mínima armonía con la biodiversidad.

Año tras año, desde 1971, la humanidad viene consumiendo más de lo que el planeta puede regenerar. Llevamos 50 años en viviendo en sobregiro.

 

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viernes, 24 de abril de 2020

Cruzaron el río Paraná a caballo por la histórica bajante

No es el desierto, es el Paraná: cruzaron el río a caballo por la histórica bajante

El miércoles la bajante tocó los 0,4 metros, el nivel más bajo en los últimos 49 años.


En las últimas horas circularon estremecedoras imágenes del río Paraná complemente desagotado. Por la histórica bajante, el agua brilla por su ausencia a la altura de El Pimpollal, en la provincia de Entre Ríos, en la zona conocida como Paraná viejo.
Habitantes de la zona aprovecharon el fenómeno para cruzar el río a caballo, con tomas aéreas de un dron que retrataban la escena como si se tratara de una película de vaqueros en el desierto.
La sequía sigue siendo materia de preocupación y no queda al margen en un contexto de pandemia. El miércoles la bajante tocó los 0,4 metros, el nivel más bajo en los últimos 49 años
Ante esta situación van en aumento los inconvenientes en tareas logísticas de puertos de la región. La baja continúa desde mediados de marzo en la cuenca del río Paraná y el fenómeno no parece ir en mejora.

https://rosarionuestro.com/no-es-el-desierto-es-el-parana-cruzaron-el-rio-a-caballo-por-la-historica-bajante/

Coronavirus, agronegocios y estado de excepción



"La verdadera fábrica sistemática de nuevos virus y bacterias que se transmiten a humanos es la cría industrial de animales, principalmente aves, cerdos y vacas. Más de 70 por ciento de antibióticos a escala global se usan para engorde o prevención de infecciones en animales no enfermos, lo cual ha producido un gravísimo problema de resistencia a los antibióticos, también para los humanos. La OMS llamó desde 2017 a que las industrias agropecuaria, piscicultora y alimentaria dejen de utilizar sistemáticamente antibióticos para estimular el crecimiento de animales sanos. A este caldo las grandes corporaciones agropecuarias y alimentarias le agregan dosis regulares de antivirales y pesticidas dentro de las mismas instalaciones."
Por Silvia Ribeiro 2 marzo 2020
Mucho se dice sobre el coronavirus Covid-19, y sin embargo muy poco. Hay aspectos fundamentales que permanecen en la sombra. Quiero nombrar algunos de éstos, distintos pero complementarios. El primero se refiere al perverso mecanismo del capitalismo de ocultar las verdaderas causas de los problemas para no hacer nada sobre ellas, porque afecta sus intereses, pero sí hacer negocios con la aparente cura de los síntomas. Mientras tanto, los estados gastan enormes recursos públicos en medidas de prevención, contención y tratamiento, que tampoco actúan sobre las causas, por lo que esta forma de enfrentar los problemas se transforma en negocio cautivo para las transnacionales, por ejemplo, con vacunas y medicamentos.
La referencia dominante a virus y bacterias es como si éstos fueran exclusivamente organismos nocivos que deben ser eliminados. Prima un enfoque de guerra, como en tantos otros aspectos de la relación del capitalismo con la naturaleza. Sin embargo, por su capacidad de saltar entre especies, virus y bacterias son parte fundamental de la coevolución y adaptación de los seres vivos, así como de sus equilibrios con el ambiente y de su salud, incluyendo a los humanos.
El Covid-19, que ahora ocupa titulares mundiales, es una cepa de la familia de los coronavirus, que provocan enfermedades respiratorias generalmente leves pero que pueden ser graves para un muy pequeño porcentaje de los afectados debido a su vulnerabilidad. Otras cepas de coronavirus causaron el síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés), considerado epidemia en Asia en 2003 pero desaparecido desde 2004, y el síndrome respiratorio agudo de Oriente Medio (MERS), prácticamente desaparecido. Al igual que el Covid-19, son virus que pueden estar presentes en animales y humanos, y como sucede con todos los virus, los organismos afectados tienden a desarrollar resistencia, lo cual genera, a su vez, que el virus mute nuevamente.
Hay consenso científico en que el origen de este nuevo virus –al igual que todos los que se han declarado o amenazado ser declarados como pandemia en años recientes, incluyendo la gripe aviar y la gripe porcina que se originó en México– es zoonótico. Es decir, proviene de animales y luego muta, afectando a humanos. En el caso de Covid-19 y SARS se presume que provino de murciélagos. Aunque se culpa al consumo de éstos en mercados asiáticos, en realidad el consumo de animales silvestres en forma tradicional y local no es el problema. El factor fundamental es la destrucción de los hábitats de las especies silvestres y la invasión de éstos por asentamientos urbanos y/o expansión de la agropecuaria industrial, con lo cual se crean situaciones propias para la mutación acelerada de los virus.
La verdadera fábrica sistemática de nuevos virus y bacterias que se transmiten a humanos es la cría industrial de animales, principalmente aves, cerdos y vacas. Más de 70 por ciento de antibióticos a escala global se usan para engorde o prevención de infecciones en animales no enfermos, lo cual ha producido un gravísimo problema de resistencia a los antibióticos, también para los humanos. La OMS llamó desde 2017 a que las industrias agropecuaria, piscicultora y alimentaria dejen de utilizar sistemáticamente antibióticos para estimular el crecimiento de animales sanos. A este caldo las grandes corporaciones agropecuarias y alimentarias le agregan dosis regulares de antivirales y pesticidas dentro de las mismas instalaciones.
No obstante, es más fácil y conveniente señalar unos cuantos murciélagos o civetas –a los que seguramente se ha destruido su hábitat natural– que cuestionar estas fábricas de enfermedades humanas y animales.
La amenaza de pandemia es también selectiva. Todas las enfermedades que se han considerado epidemias en las dos décadas recientes, incluso el Covid-19, han producido mucho menos muertos que enfermedades comunes, como la gripe –de la cual, según la OMS, mueren hasta 650 mil personas por año globalmente. No obstante, estas nuevas epidemias motivan medidas extremas de vigilancia y control.
Tal como plantea el filósofo italiano Giorgio Agamben, se afirma así la tendencia creciente a utilizar el estado de excepción como paradigma normal de gobierno.
Refiriéndose al caso del Covid-19 en Italia, Agamben señala que “el decreto-ley aprobado inmediatamente por el gobierno, por razones de salud y seguridad pública, da lugar a una verdadera militarización de los municipios y zonas en que se desconoce la fuente de transmisión, fórmula tan vaga que permite extender el estado excepción a todas la regiones. A esto, agrega Agamben, se suma el estado de miedo que se ha extendido en los últimos años en las conciencias de los individuos y que se traduce en una necesidad de estados de pánico colectivo, a los que la epidemia vuelve a ofrecer el pretexto ideal. Así, en un círculo vicioso perverso, la limitación de la libertad impuesta por los gobiernos es aceptada en nombre de un deseo de seguridad que ha sido inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerla ( https://tinyurl.com/s5pua93).
Fuente: La Jornada

CORONAVIRUS David Quammen:"En algún momento habrá una corrección”

David Quammen: “Somos más abundantes que cualquier otro gran animal. En algún momento habrá una corrección”
Entrevista con el divulgador científico, autor de ‘Contagio’, libro de referencia para entender el coronavirus
EL PAIS- París - 19 ABR 2020 
Son las cinco de la tarde en Bozeman, pequeña ciudad de Montana (Estados Unidos), donde los espacios son vastos y el distanciamiento social no necesita imponerse a la fuerza, porque forma parte del paisaje desde tiempo inmemorial.
David Quammen, de 72 años, cultiva su jardín cuando suena el teléfono. “Paseamos al perro por el barrio, saludo a los vecinos desde la otra acera y en tres semanas no he estado más cerca de seis pies [dos metros] de otra persona, aparte de mi esposa”, dice a EL PAÍS este veterano reportero y divulgador científico que hace años recorrió los cuatro rincones del planeta persiguiendo a los virus zoonóticos, es decir, que saltan de los animales a los humanos.
El resultado fue Spillover. Animal infections and the next human pandemic (Contagio, en la traducción española que la editorial Debate publica el 23 de abril en ebook y el 14 de mayo en papel). El libro fascina y espanta. Por lo que cuenta: el mundo de las infecciones de origen animal. Y por lo que predice: una pandemia humana muy parecida a la del virus que causa la covid-19. Ahora es una de las obras de referencia para entender el ente microscópico que ha paralizado al mundo.
Pregunta. ¿Le sorprende lo que está ocurriendo?
Respuesta. En absoluto. Todo —el virus procedente de un murciélago que después pasa a los humanos, la conexión con un mercado en China, el hecho de que se trate de un coronavirus— era predecible. Es lo que los expertos a los que entrevisté para mi libro me decían.
P. ¿Nada le sorprende?
R. Sí, la falta de preparación de los Gobiernos y los sistemas sanitarios públicos para afrontar un virus como este. Me sorprende y me decepciona. La ciencia sabía que iba a ocurrir. Los Gobiernos sabían que podía ocurrir, pero no se molestaron en prepararse.
P. ¿Por qué?
R. Los avisos decían: podría pasar el año próximo, en tres años, o en ocho. Los políticos se decían: no gastaré el dinero por algo que quizá no ocurra bajo mi mandato. Este es el motivo por el que no se gastó dinero en más camas de hospital, en unidades de cuidados intensivos, en respiradores, en máscaras, en guantes.
P. Sin esta falta de preparación, ¿no estaríamos todos confinados?
R. En efecto. La ciencia y la tecnología adecuada para afrontar el virus existe. Pero no había voluntad política y, por tanto, el dinero, y la coordinación entre Gobiernos locales y nacionales, y entre Gobiernos en el mundo. Tampoco hay voluntad para combatir el cambio climático. La diferencia entre esto y el cambio climático es que esto está matando más rápido.
P. ¿Por qué el murciélago se vincula al origen de tantos virus, desde el SARS hasta el ébola, y también el SARS-CoV-2?
R. Los murciélagos parecen sobrerrepresentados como anfitriones naturales de estos virus peligrosos. Por varios motivos. Primero, están sobrerrepresentados en la diversidad de los mamíferos. Una de cada cuatro especies de mamíferos es una especie de murciélago.
P. ¿Esto significa que hay muchos murciélagos?
R. No es simplemente que haya muchos en cuanto al número, sino que hay una gran diversidad de murciélagos. Y es posible que cada diferente especie de murciélago tenga sus propias especies de virus. Esta diversidad de especies ofrece un margen amplio para la diversidad de virus.
P. ¿Qué otros motivos explican que los murciélagos sean el origen de tantos virus?
R. Los murciélagos viven mucho. Uno del tamaño de un ratón puede vivir 18 o 20 años. Un ratón vive uno o dos años. Los murciélagos anidan juntos en colonias multitudinarias. He visto 60.000 en una cueva, todos apretujados. La longevidad y la masificación son circunstancias óptimas para que los virus pasen sin cesar de un individuo a otro. Y otra cosa: hay pruebas ahora, aunque no es seguro, que indican que los murciélagos tienen sistemas de inmunidad que han evolucionado para ser más hospitalarios ante cuerpos ajenos.
P. Y cada vez están más cerca de zonas urbanas, ¿no?
R. Así es. En particular los grandes murciélagos de los trópicos y subtrópicos. Estamos destruyendo sus hábitats y ellos buscan comida en áreas humanas donde haya huertos y árboles frutales en los parques. Todo esto les acerca a los humanos, lo que, a través de sus heces y su orina, aumenta las posibilidades de que los virus se extiendan directamente o a través de los animales domésticos.
P. ¿Debemos temer a los murciélagos?
R. No, no. Son animales bellos, magníficos, necesarios para la integridad de los ecosistemas. La solución no es quitarnos a los murciélagos de encima sino dejarlos en paz.
P. ¿Cómo?
R. Esta pandemia es una oportunidad terrible para educar, para entender nuestra relación con el mundo natural.
P. ¿Somos responsables los humanos de lo que está ocurriendo?
R. Sin duda. Todos los humanos, todas nuestras decisiones: lo que comemos, la ropa que vestimos, los productos electrónicos que poseemos, los hijos que queramos tener, cuánto viajamos, cuánta energía quemamos. Todas estas decisiones suponen una presión al mundo natural. Y estas demandas al mundo natural tienden a acercar a nosotros a los virus que viven en animales salvajes.
P. ¿Es la revancha de la naturaleza?
R. No lo diría así, porque soy un materialista darwiniano. No personalizo la naturaleza. No creo en una naturaleza con N mayúscula capaz de revancha ni de emociones. Los humanos somos más abundantes que cualquier otro gran animal en la historia de la Tierra. Y esto representa una forma de desequilibrio ecológico que no puede continuar para siempre. En algún momento habrá una corrección natural. Les ocurre a muchas especies: cuando son demasiado abundantes para los ecosistemas, les ocurre algo. Se quedan sin comida, o nuevos depredadores evolucionan para devorarles, o pandemias virales las derrumban. Pandemias virales interrumpen, por ejemplo, explosiones de población de insectos que parasitan árboles. Ahí hay una analogía con los humanos.
P. ¿Somos como estos insectos?
R. No. Somos mucho más inteligentes que los insectos de la selva. Debemos ser capaces de ver lo que se nos viene encima y transformar el choque en un reajuste de nuestra manera de vivir en este planeta.
P. “Ofrecemos más oportunidades que nunca a los virus”, escribe usted.
R. Porque somos más y porque estamos más conectados entre nosotros. Cuando entramos en la selva y capturamos a un animal salvaje —un roedor, un murciélago, un pangolín, un chimpancé—, y este animal tiene un virus, y este virus salta hacia nosotros, y descubre que en nuestro interior puede replicarse, y que puede transmitirse de un humano a otro… Cuando ha ocurrido todo esto, a este virus le ha tocado el Gordo. Se ha metido por una puerta que le ofrece una enorme oportunidad. Porque somos 7.700 millones de anfitriones potenciales para ellos y porque estamos hiperconectados: la peste bubónica mató quizá a un tercio de la población europea, pero en el siglo XIV no podía pasar a Norteamérica ni a Australia. El virus que causa la covid-19 es uno de los virus de más éxito del planeta, junto a la cepa pandémica del VIH. Y nosotros le hemos invitado a tener tanto éxito.
P. ¿Qué ha aprendido en los últimos tres meses sobre los virus?
R. Algo que me sorprende es que, hasta ahora, este virus no está evolucionando demasiado rápido. Algunos científicos, como Trevor Bedford en Seattle, han tomado muestras de varias personas en diversos momentos y en distintas partes del mundo, y han dibujado un árbol genealógico del virus. Han descubierto que los genomas del virus no varían mucho en el espacio y el tiempo. El virus no cambia porque no necesita hacerlo. Está teniendo tanto éxito —yendo de un humano a otro, en todos los países del planeta— que, desde el punto de vista de la evolución, no está sometido a ninguna presión para cambiar: ya le va bien siendo como es.
P. ¿Durante cuánto tiempo puede tener tanto éxito?
R. Hasta que tengamos una vacuna. En este momento, es posible que intente evolucionar. No es que lo intente en realidad, porque no tiene intención, solo es un virus. Pero por selección natural es posible que, accidentalmente, encuentre maneras de esquivar la vacuna. Y entonces empezará la carrera para encontrar vacunas mejores y nuevas. Pero es lo que ya hacemos con la gripe: necesitamos una vacuna nueva cada año porque cambia constantemente.
P. Mientras tanto, ¿el distanciamiento social y el confinamiento tienen un efecto en el virus?
R. Sí. Al confinarnos, le retiramos una oportunidad de extenderse de manera tan amplia e intensa como ha hecho hasta ahora. Una manera de pensar en pandemias es la siguiente. En toda población de víctimas potenciales, hay personas susceptibles al virus. Hay personas infectadas por el virus. Hay personas muertas. Y hay personas que se han recuperado. Y, una vez que se han recuperado, es más difícil que sean reinfectadas. De modo que se llega a un punto en el que el número de muertos es alto, el número de recuperados es alto y el número de infectados puede ser todavía alto, pero el número de personas susceptibles puede ser relativamente bajo y estar disperso. En ese momento, el virus que se encuentra en los infectados no tiene oportunidades de contactar con los susceptibles.
P. ¿Y entonces?
R. En este punto, la pandemia tiende a terminar.
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