8 de Enero 2020 Ambito Financiero
Las manadas salvajes se acercan a los pueblos por las sequías provocadas por los incendios. Autoridades aseguraron que ponen en riesgo a los lugareños.
Francotiradores sacrificarán desde helicópteros a 10.0000
camellos salvajes que se acercaron a pueblos en el interior de Australia en busca de
agua por la sequía, poniendo en riesgo a sus habitantes.
Manadas "extremadamente grandes", en busca de agua
y comida ponen en riesgo a reservas de comunidades aborígenes en estas
zonas, además de provocar daños y representar un peligro para los
automovilistas, dijeron autoridades locales en el estado de Australia
Meridional.
Australia sufrió el año más caluroso y seco de su historia
en 2019, lo que provocó incendios forestales devastadores que siguen
consumiendo ciertas regiones del país, y escasez de agua en muchas comunidades.
La matanza de los camellos durará cinco días y se
llevará a cabo en los territorios de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara
(APY), una extensa zona administrada por un gobierno local (AGL) aborigen
ubicada en el extremo noroeste de Australia Meridional. Es la primera operación
de este tipo en ese estado.
"Estas manadas en busca de agua ponen en riesgo a las
comunidades aborígenes de los territorios de la APY y a la ganadería",
explicó el comité ejecutivo de los territorios de la APY en un comunicado.
El ministerio de Medio Ambiente del estado, que defiende el
sacrificio de los camellos, explicó que la sequía también causó
"graves problemas para el bienestar animal", ya que muchos animales
murieron de sed o resultaron heridos en enfrentamientos al competir por
fuentes de agua.
"En algunos casos, los cadáveres de animales
muertos contaminaron importantes fuentes de agua y sitios
culturales", informó una portavoz del ministerio.
Los camellos fueron introducidos en Australia en los años
1840 por los colonos británicos para explorar o transportar mercancías y bienes
antes de la construcción del ferrocarril. Cerca de 20.000 camellos fueron
importados desde India en aproximadamente 60 años.
Una vez puestos en libertad en el interior del país (el
Outback), donde no existen depredadores naturales, los camellos se reprodujeron
y se convirtieron en una plaga que contamina fuentes de agua y amenaza a zonas
vulnerables y a la flora y fauna.
Según estimaciones oficiales, Australia cuenta con más
de un millón de ejemplares en las zonas desérticas centrales, la mayor
población de camellos salvajes del mundo.
En los territorios del APY, los habitantes vivieron durante
mucho tiempo domando y vendiendo a estos animales salvajes. Pero esta actividad
económica se volvió imposible debido a la cantidad de camellos que se están
agrupando en las escasas fuentes de agua que sobreviven a la sequía, según el
ministerio.
Esta situación motivó la decisión de eliminar 10.000
ejemplares. El canal público ABC informó que los camellos serán sacrificados y
sus cadáveres quemados lejos de los pueblos.